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sábado, 15 de enero de 2011

" Los violadores no duermen"


Guerline tiene la certeza de que fueron cuatro hombres los que violaron a su hija de 13 años, a las dos de la madrugada de un martes de marzo de 2010. Aunque tenía los ojos vendados y ellos llevaban capucha, lo sabe porque esa noche los pandilleros la violaron a ella también. Ocurrió en el campamento de damnificados de Place Mausolée en Puerto Príncipe, justo a lado de las ruinas del antiguo Tribunal de Justicia. Ocurre cada noche, en los 1.199 campamentos que albergan a más de un millón de personas afectadas por el terremoto en la capital y en el sur de Haití, según reveló ayer un informe de Amnistía Internacional (AI). "Los bandidos y los violadores no duermen", dice Guerline.


    ¿Quién puede detenerlos? La Policía Nacional de Haití, y el personal militar y la policía de Naciones Unidas solo tienen presencia permanente en siete campamentos de los cientos que existen en cada plaza de Puerto Príncipe. En el resto de la capital haitiana, ni la policía ni loscascos azules que patrullan día y noche por las calles suelen siquiera entrar en ellos.Para los agresores es tan fácil como rasgar las tiendas de campaña con una navaja, y abusar de las mujeres allí o llevarlas a un lugar apartado del mismo campamento. Ellos suelen ir en grupos y armados también con pistolas.
    La mayoría de las mujeres no denuncia la agresión. Como Suzie, asaltada junto a una amiga y frente a sus dos hijos entre las tiendas de la Plaza Dessalines de los Campos de Marte, donde vive desde que el terremoto acabó con su casa, con sus padres, con sus hermanos y con su esposo. "Cuando se fueron (los violadores) no hice nada. No tuve ninguna reacción. Las víctimas de violación deben ir al hospital, pero yo no fui porque no tenía dinero. No sé dónde hay una clínica que ofrezca tratamiento médico para las víctimas de violencia sexual", contó Suzie a los activistas de AI.
    Entre marzo y junio de 2010, miembros de AI entrevistaron a 50 mujeres y niñas como Suzie, que viven en los campamentos improvisados de Puerto Príncipe, Jacmel y Las Cahobas. Suzie no supo hasta ese día que en el Hospital General de Puerto Príncipe, que está a quince minutos andando desde la plaza donde fue violada, funciona un programa gubernamental que ofrece servicios médicos a víctimas como ella.
    La impunidad que domina el aparato de justicia tampoco invita a las mujeres a denunciar a sus agresores. Un informe elaborado en junio pasado por el Grupo de Trabajo sobre Cuestiones de Protección, dirigido y coordinado por la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, indicaba: "En el momento de la investigación (junio 2010) no se había detenido a ningún perpetrador (...) La capacidad de respuesta caso a caso es limitada, y pone de manifiesto la ausencia de un mecanismo sistemático para combatir los casos de violencia sexual y de género". Uno de los problemas no resueltos, por ejemplo, es la reubicación de las víctimas para evitar que vuelvan a sufrir estas agresiones. Como no hay sitio adonde llevarlas, ha ocurrido en algunos casos que, después de atreverse a hacer la denuncia, vuelven a sus refugios y de nuevo las alcanzan los mismos u otros violadores.
    La tasa de embarazos en Puerto Príncipe también ha aumentado de 4% a 12% en el último año, según cifras de la Organización Mundial de la Salud. Muchos de ellos son consecuencia de la violencia sexual. Hay un par de factores, sin embargo, que distorsiona las cifras reales. En Haití, el embarazo adolescente no existe porque las mujeres son mujeres a los 12 años, y si una niña de esa edad se embaraza, la familia no suele investigar ni denunciar si detrás de su preñez hay una violación. Por otra parte, apenas desde 2005 comenzó a ser delito la violación intrafamiliar.
    Si bien Amnistía Internacional menciona en su informe que la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití (Minustah) y las diversas agencias de la ONU han ayudado al Gobierno de René Preval a enfrentar el problema, señala también que "no se están tomando suficientes medidas para garantizar la protección de las mujeres y las niñas en la inmensa mayoría de los campamentos". Las agencias hacen sus aportes, pero insisten en que no tienen capacidad de sustituir al Estado.
    El País, 7 de enero del 2011

    Opinión personal:
    En mi opinión esto es una tragedia porque después de haber pasado a través del terremoto que tuvo lugar en Haiti el 2010, que ahora tengan que pasar por las violaciones a sus amigas, familiares,hermanas. Creo que el maltrato y el abuso de la mujer está en cualquier lugar del mundo y que a veces mucho de nosotros no estamos lo bastante preocupados para poder parar a estos hombres.

    7 comentarios:

    1. toda la razón, hay que parar con esto

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    2. Estoy totalmente de acuerdo con este blog, es una aunténtica tragedia que suceda esto. Y creo que todos deveríamos hacer algo para que esto no siga sucediendo.
      Me parece genial que haya personas que se preocupen por este tema.
      Un saludo

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    3. Totalmente de acuerdo, un violador siempre esta ahí y hay que hacerle frente
      Un saludo

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    4. es vergonzoso, no debería suceder a estas alturas de la historia. entre todos podemos, si conseguimos el derecho al voto conseguiremos erradicar esta tragedia!

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    5. Estoy de acuerdo con este blog ya que este es un problema muy grande y debemos buscar soluciones para poder erradicarlo. un saludo desde México

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    6. Me parece un blog estupendo que dice cosas muy reales que ocurren muy a menudo a nuestro alrededor y no nos damos cuenta

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    7. EMe gusta este blog porque me parece que es una visión diferente o desde luego, subjetiva sobre un tema que desgraciadamente ocurre no sólo en nuestro país, sino en todo el mundo.
      Enhorabuena y ánimo :)

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